Volvemos a la carga con temas de incendios de vehículos de Tesla. Pareceremos pesados, pero queremos informar de los hechos desde un punto de vista lo más objetivo posible, para que así contrasteis cualquier otra fuente de información que pueda aparecer en otros medios.
En esta ocasión es en el Reino Unido y en el pasado mes de octubre cuando transcurrieron los hechos que os relatamos. Un buen día Philip Coates, propietario de un Model S 70D, fue a visitar a su madre en su coche. Decidió estacionarlo como cualquier otro vehículo (sin dejarlo cargando). Una hora más tarde, su coche estaba en llamas y tuvo que inmediatamente avisar a los bomberos. Éstos acudieron y extinguieron el incendio sin mayor problema, puesto que las baterías no prendieron. Recordemos que los incendios ocasionados por las baterías de coches eléctricos son los más complicados de extinguir.
Pero a pesar de ello, los daños ocasionados fueron importantes, tal y como podemos observar en las fotos:
Meses después, la aseguradora del vehículo pudo rastrear su origen: la causa del incendio fue un condensador para el BMS ubicado detrás del parachoques, cerca del paso de rueda.
Dado que el vehículo estaba bajo garantía, su propietario asumió que Tesla se encargaría de que le reemplazaran su unidad. Pero su sorpresa vino cuando el fabricante americano afirmó que la causa más probable de que se originase el incendio fue debido a un accidente previo que había sufrido el coche dos meses antes:
«Encargamos a una empresa ajena a Tesla que investigara para determinar la causa del incendio. Se llegó a la conclusión de que el incendio con toda probabilidad se produjo debido a los daños relacionados con un choque anterior en el que el vehículo había participado. Estamos trabajando con la compañía de seguros de nuestros clientes con el fin de garantizar que el cliente recibe una indemnización total por su pérdida.
Philip comenta sobre este accidente que realmente no tuvo ninguna importancia y que no fue nada grave:
«Me estaba acercando a una rotonda y la persona de delante se detuvo sin razón alguna. Yo iba atento a la rotonda y no lo ví. El impacto se produjo a no más de 20km/h»
De hecho, tenemos la foto con los datos que se ocasionaron:
El radar delantero no se vio afectado, funcionando incluso autopilot. Lo único que no funcionaba eran los sensores de aparcamiento, por estar afectados debido al golpe. En la reparación, realizada en un taller reconocido por Tesla, no fue necesario sustituir ninguna pieza mecánica o electrónica del coche, sólo fueron daños estéticos. Dos semanas más tarde, el Tesla de Philip se incendió con los resultados que se observan en las imágenes anteriores.
Menos mal que la historia terminó relativamente bien. Aunque la aseguradora indica que la causa del incendio no pudo deberse a los daños ocasionados por el accidente que afirma Tesla, abonaron al propietario el importe del vehículo para que el propietario pudiese comprarse, como no, otro Tesla.
Respecto al tema de incendios fortuitos en los vehículos de Tesla, tenemos la siguiente entrada en el blog de la marca escrito por el misímismo Elon Musk:
En tercer lugar, para reforzar nuestra seguridad en el bajo riesgo de incendio de nuestros coches, nosotros asumiremos la garantía en caso de daños a causa de incendio, incluso si es debido a algún error del conductor. A menos claro está, que los daños fueran intencionados, en cuyo caso los daños no estarían cubiertos…
Por lo tanto, si la aseguradora no hubiese cubierto el accidente, entendemos que Tesla sí que hubiese tenido que hacerse cargo de los daños. Y sino, se hubiese recurrido a esta entrada del blog, ¿no?