A principios de esta semana os informamos del nuevo accidente en Montana donde se vio involucrado un Tesla Model X y en el que su conductor confirmaba que circulaba con Autopilot activado. Según el atestado de la policía, el vehículo se salió de la carretera y chocó contra las protecciones de madera. Como pudísteis ver en las fotos, el accidente provocó daños físicos sobre el vehículo en la parte del acompañante y arrancó de cuajo la rueda delantera derecha. Los dos ocupantes salieron ilesos del accidente.
Aunque el vehículo circulaba con Autopilot activado, Tesla ha declarado de manera oficial que el registro de datos del coche muestra que el conductor no responde a una aviso para agarrar el volante.
En cambio, el conductor habló con la cadena CNN e insistió que no recibió ni alertas acústicas ni de ningún tipo. Pero también confirma que su idioma de uso común es chino mandarín y el coche estaba configurado en ingles…
Os dejamos el comentario oficial de Tesla Motors:
El conductor del vehículo accidentado conducía por una carretera de montaña sin división de carril sobre el suelo poco después de la medianoche con Autopilot habilitado. Los datos sugieren que las manos del conductor no estaban en el volante, ya que el sistema no detectó ninguna fuerza sobre él durante más de 2 minutos (el sistema registraría hasta la más mínima fuerza, como por ejemplo una mano apoyada sobre él). Esto es va en contra de las condiciones de uso que se establecen para Autopilot, que además se notifica y se recuerda en el cuadro de instrumentos cada vez que se activa.
A medida que las condiciones del asfalto empeoraban, el vehículo alertó al conductor para que pusiera las manos en el volante, pero el conductor hizo caso omiso y poco después se produjo el accidente.
El uso adecuado de Autopilot debe ser en carreteras con línea divisoria central visible. No recomendamos en ningún caso su uso para carreteras que no cumplan estas condiciones, mucho menos si la velocidad a la que se circula es elevada.
Así pues, una vez investigada la situación ya empezamos a encontrar evidencias de que no sólo se circulaba por una carretera no recomendada para su uso de Autopilot, sino que el conductor no llevaba las manos puestas en el volante y para colmo no dominaba el idioma con el que se comunicaba el vehículo.