El Model 3 sufrirá menos depreciación que sus competidores

Si algo ya sabemos que ocurre en la compra de un vehículo nuevo, es que el precio del coche cae a cada metro que nos alejamos del concesionario.

Al contrario de lo que ocurre con el ladrillo, la inversión en un coche nuevo es la menos eficiente de todas. El coche a medida que envejece pierde valor a pasos agigantados. Con el vehículo eléctrico, en cambio, se espera que les afecte menos gracias a la falta de desgaste mecánico y, por lo tanto, no debemos concebir un vehículo de segunda mano como un producto desgastado y con alta probabilidad de averías importantes, si el uso que ha llevado hasta el momento ha sido el adecuado.

El Model 3 sufrirá menos depreciación que sus competidores

Con el controvertido aspecto que tiene el Model 3 en su interior, el diseñador Franz von Holzhausen indicaba al respecto que se ideó así para que el Model 3 envejeciera con gracia, lo que de hecho podría ayudar a que el precio de la reventa no caiga a largo plazo. Todo ello dependerá de cómo evolucione el mercado durante los próximos años, donde mucho tendrán que hablar los fabricantes al elaborar productos preparados para la conducción autónoma y con posibilidad de compartir nuestro vehículo para servir de transporte a terceros, lo que se suele llamar como car-sharing.

Autolist, que publicó previamente un informe mostrando que el Model S conservaba mejor su precio que el resto de vehículos de su segmento cuando éstos tenían aproximadamente 100.000 kilometros, ha preparado otro informe donde muestra, entre otros datos,  la curva de depreciación del Model 3 frente a sus competidores más directos.

Como podemos ver en el gráfico superior, el precio de un Audi A4 o BMW serie 3 se deprecia hasta un 9% durante los primeros 16.000 km, llegando hasta un 60% cuando ya alcanzan los 160.000 km. Algo lógico, puesto que su comprador tendrá que invertir no sólo en las piezas de desgaste de un vehículo eléctrico, sino también en correas de distribución, embragues, pérdidas de compresión por desgaste de cilindros, etc. Algo que al eléctrico no le afecta.

Por ello, y basándose en el informe emitido para el Model S, la depreciación del Model 3 será de hasta un 7% en los primeros 16.000 km, aumentando hasta el 50%  – 10 puntos menos que un térmico – cuando ya tenga 160.000 km.

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¿Qué determina que un usuario se decante por vehículo eléctrico frente al térmico?

 

Para responder a esta pregunta, Autolist encuestó a más de 14.000 personas para saber exactamente qué importa al comprador de un vehículo eléctrico, siendo los resultados los mostrados a continuación:

 

Como podemos ver, los resultados no depararon sorpresas:

  • Al 34.2% le interesaba la autonomía.
  • Al 24.5% le importaba el coste del vehículo eléctrico.
  • Al 16.7% le preocupaban la falta de puntos de carga.
  • Al 9.5% le angustiaba el tiempo de recarga.
  • El 8.2% dudaba del impacto ecológico que ocasionarían las baterías.
  • Al 5.9% le preocupaba el mantenimiento.
  • Al 1.2% le defraudaba la falta de sonido del motor.

Efectivamente, tanto el precio como la autonomía son los mayores impedimentos para que el vehículo eléctrico tenga el éxito definitivo. No obstante, con la caída del precio de fabricación de las baterías, esperamos que en un par de años se resuelva y definitivamente consigan llegar a ser competitivos. Es cuando definitivamente el vehículo eléctrico se impondrá en el mercado. Mientras tanto, tendremos a Tesla empujando duro para obligar al mercado a forzar una transición que parece imparable.